Llegamos a la 3ª etapa en este Viaje de Héroe a Villano. Ese camino que inicias cuando una gran crisis personal llega a tu vida y con ella inicias un profundo camino dentro del universo del Desarrollo Personal y/o Espiritual.
La primera etapa de este viaje hacia la re-invención, inicia con el arquetipo del “Héroe”, que como vimos en el post anterior empieza a hacerse preguntas trascendentales y a buscar respuestas en gurús y maestros que le muestren el camino a seguir.
A este periodo le sigue la etapa de “El Buscador”, en la que es fácil estancarse por años, cayendo en un bucle de inacción y dejando de lado la posibilidad de reinventarte.
La gran desilusión.
Algunas personas, tras entrar de lleno en su crisis existencial o personal, y tras haber estado meses o quizás años imbuidos en bucle de trabajo interior sin resultados concretos, acaban finalmente por: Rebelarse.
Es posible que a ti, querido lector, esto todavía no te haya pasado.
Es posible que, todavía, estés buscando esa disciplina o técnica que te devuelva a ese anhelado bienestar que perdiste tras caer en tu gran crisis vital. Por ahora, mantienes la ilusión de que algún día, alguna “solución mágica” te devuelva a la vida que quieres.
Y te preguntarás, pero ¿cómo puedo pasar a la siguiente fase de mi proceso personal, a la fase de rebelde? ¿cómo puedo salir de mi bucle de búsqueda infinita?
Muy sencillo. La respuesta es: “- Desilusiónate con el trabajo interior y el Desarrollo Personal/Espiritual, en general”.
La etapa del Rebelde se caracteriza precisamente por ser un momento del proceso en el que pierdes toda la ilusión y esperanza que tenías puesta en las soluciones mágicas, y las disciplinas que prometen:
- hacerte sentir mejor,
- quererte más,
- limpiarte de creencias limitantes,
- deshacerte de tu pasado,
- romper con tu árbol familiar (o sanarlo),
- alinearte con tu verdadero Ser,
- deshacerte de tu Ego,
- desatascar tus emociones,
- equilibrar tu energía,
- cambiar tu percepción, perspectiva o lógica,
- conectarte con tu esencia, origen, doble, etc.
Y ¿por qué ocurre esta gran desilusión? Bueno, suele ser debido a la presión que ejercen sobre ti todos esos problemas (y tu crisis personal) que no logras resolver con la ayuda de todas técnicas y que con el paso del tiempo se van haciendo cada vez más cansinos, conflictivos e insoportables.
Los conflictos se van acumulando, lo cual lleva a algunas personas (no a todas) a replantearse si todo lo que han aprendido hasta ahora en materia de Desarrollo Personal y Crecimiento Espiritual… ha servido para algo.
Ese replanteamiento o cuestionamiento es la fuente de la rebeldía que caracteriza a esta etapa.
Así pues, desilusionado por:
- no encontrar la solución a tus conflictos,
- ser incapaz de encontrar tu gran “error”,
- la gran presión que te producen tus conflictos en el trabajo y en tus relaciones,
comienzas a sentir frustración y enojo por haberte pasado los últimos años, persiguiendo y buscando un ideal. Un ideal de forma de ser, un ideal de forma de pensar, un ideal de forma de percibir la realidad.
Es en ese momento que te das cuenta de que las soluciones mágicas y la ilusión que te venden el Desarrollo Personal y el Crecimiento Espiritual no resolverán tus conflictos reales y concretos del día a día.
Mientras ocurre esto, tu vida sigue dándote “cachetazos”, obligándote a replantearte cuestiones que pensabas ya “resueltas” u “observadas”.
Ahí es cuando el Rebelde toma conciencia de que le toca pasar a la acción.
De la búsqueda a la crítica.
Presionado por tu acumulación de conflictos, y por el hartazgo que sientes por no poder iniciar una nueva etapa en tu vida, decides ponerte en marcha.
El problema es que no tienes la más remota idea de hacia dónde dirigirte, o si la tienes es tan amplia y abstracta que no sabes por dónde empezar. Esto hace que se sume más frustración a tu ya frustrado estado actual, porque no dejas de preguntarte: – “pero ¿para qué mierxx… he estado tantos años aprendiendo cosas sobre desarrollo personal, si ahora que quiero ponerme en marcha veo que no puedo?.”
Bien, ahí es cuando el rebelde llega a una fase de enojo profundo y empieza a criticar todo lo relacionado con las disciplinas de Desarrollo Personal, y técnicas, que en su día fueron la cuna de toda la esperanza e ilusión por cambiar su propia vida.
Es una fase muy importante para el Rebelde y clave para que pueda seguir con su proceso y reinventar su vida, pues es lo que le permitirá, de una vez por todas, dejar de lado las soluciones mágicas, la búsqueda y el trabajo interior.
Es esta fase de crítica y enojo la que permitirá al Rebelde convertirse finalmente en Villano.
Un Rebelde sin Visión
Des-apegarte de todo lo anterior es clave en esta etapa de Rebelde, pero también lo es empezar a pasar a la acción. De lo contrario, de nuevo, corres el riesgo de estancarte en un bucle de inacción, esta vez no por un exceso de trabajo interior sin resultados, sino por un exceso de crítica y enojo contra los demás.
Hay personas en esta etapa, que se pasan el día ojeando e investigando los aportes, posteos, cursos o eventos de distintos profesionales del Desarrollo Personal/Espiritual, con el único propósito de criticarles, mostrarles lo equivocados que están, y decirles lo que deberían cambiar o hacer. Llegando en algunas ocasiones, incluso, a convertirse en “haters” (personas que dedican grandes cantidades de su tiempo a criticar y poner comentarios negativos a otras personas).
¿A qué se debe esto?
Muy sencillo. Desde que caíste en tu gran crisis vital, has tenido en tu haber un potencial de re-iniciar y re-inventar tu vida… pero, ¿lo has hecho? Obviamente no.
Así pues, hay mucho potencial acumulado en tu interior, muchas ganas de iniciar un nuevo camino, pero este momento no llega. Es decir, tienes en tu interior mucha “energía” y todo lo que necesitas para ponerte en marcha e iniciar ese camino. El problema es que no tienes visión, y sin visión, no hay camino que emprender.
Esto es debido a que te has pasado tanto tiempo tratando de corregirte, emular a tu gurú o maestro, dejando que el universo decidiera por ti, o esperando alguna señal de tu verdadero Ser, que… ¡no tienes idea de hacia dónde dirigirte! Tanto tiempo luchando contra tu Ego ¡contra ti mismo!, ¿cómo vas a saber hacia dónde ir? Estabas demasiado ocupado, ¡jejeje!
Así pues, la clave para dar curso a esta etapa es: enfocarte en ti, en tu personalidad, en tu carácter y con ello forjarte tu propia visión de hacia dónde encaminarte de aquí en adelante.
De ahí la importancia de romper antes con el trabajo interior y con toda esa lucha contra mismo. Ahora toca auto-observarte y ver el potencial que hay detrás de todo eso que en tu búsqueda anterior te parecía limitante, errado, negativo, indeseable.
Los Villanos se conocen muy bien a sí mismos, saben cuáles son sus “defectos” y los utilizan para forjarse su propio camino. Pero esto es materia del próximo post 😉
En el Instituto de Proyección Humana queremos ayudarte a convertirte en un Rebelde, pero “con Visión”. Sabemos que el auto-conocimiento es importante, pero no puede ser lo único, pasar a la acción, hacer prueba y error, y aprender del “hacer” es lo que te llevará a un camino de re-invención.
Forma parte de la gente que se ocupa de aprender de si mismo para, luego, pasar a la acción e iniciar su propio camino”.
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escubre el resto del Viaje en nuestro próximo post. ¿Qué te ha parecido? ¿Te sientes identificado con la etapa del Rebelde? Déjanos tu respuesta más abajo en la sección de “Comentarios”.
Si te sientes estancado en tu proceso de Desarrollo Personal, y crees que ha llegado el momento de ponerle fin a tu bucle de inacción y además tienes ganas de empezar ya un nuevo camino, únete a nuestro curso gratuito:
“DE HÉROE A VILLANO. Un camino de re-invención”.
En el que te explicaremos con todo detalle las etapas de este viaje, y los principales obstáculos que solemos encontrarnos en esta aventura:
- Conoce el Sídrome TUE (“tengo un error”)
- y el Bucle TSR (“todo se me repite”)
Y las claves para darles curso y poder seguir adelante con tu proceso de cambio, esta vez, con resultados y movimientos reales.
¡Nos vemos en la próxima conferencia!
Pablo
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